Todos los días, mami, en las comidas, las cenas y en el aperitivo se acordaba de los patos.
Les guardaba el pan en el bolso y después todos nos acercábamos al rio a darles de comer.
¡Tenían mucho hambre! y les encantó el pan que le dimos, para desayunar y para merendar.
Aquí nuestras fotos, con el pan y dando de comer a los patos.
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